Esta reflexión hace un llamado a la importancia de crear una línea narrativa del ensayo fotográfico previo al inicio de la toma de las fotografías. A esto me refiero porque es bien sabido como antropólogos, que exista una alta probabilidad el llegar con una hipótesis al lugar y que esta cambie, pero siempre vamos a investigar ya con una cuestión previa, ahora bien con las fotografías es necesario aplicar esto mismo pues, durante las visitas al llegar a revisar las fotos me daba cuenta que muchas eran buenas fotos en cuanto a técnica, pero a falta de un discurso de narración para el ensayo, estas no decían nada al respecto de nuestra investigación. Esto ya lo había logrado reconocer, pero no había logrado aclarar una serie de dudas que interrumpían con que este proceso se diera de la mejor manera, después de utilizar mis objetivos de investigación como ejemplo en clase para que estos sirvieran de explicación, fue un "open mind" increíble, porque entendí muchísimas cosas que no había logrado comprender y esto me sirvió para enlazar muchos cabos sueltos tanto técnicos como antropológicos, por lo que decidí realizar a partir de esto, nuevas visitas a los bares para tomar por fin las fotos finales.
Fuente elaboración propia. Contenido tomado de diario de campo personal.
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